¿Sabías que el calor afecta más rápidamente a los perros que a los humanos?, los perros son más sensibles que nosotros a los golpes de calor, ya que no pueden transpirar del mismo modo que lo hacemos nosotros, ellos solo transpiran ligeramente a través de las almohadillas de sus patas y regulan la temperatura del organismo abriendo la boca. Por eso, ante altas temperaturas debemos estar especialmente vigilantes.
Aveces creemos erróneamente que raparle el pelo, le ayudará a estar más fresquito. Su pelo es fundamental para protegerlo del sol, por lo que raparlo sería exponer su piel indefensa ante los efectos nocivos de los rayos del sol.
Con las altas temperaturas el perro se deshace del subpelo (ese que parece un algodoncillo y que le proporciona calor en invierno). Tú puedes ayudarle a librarse más fácilmente de él cepillándolo frecuentemente.
Nuestra mascota deberá tener cerca siempre agua fresca, ubicada en la sombra. Incluso cuando nos vamos de casa, de paseo, de visita, de vacaciones, los bebederos portátiles nos ayudarán a llevarle agua fresca allá dónde vayamos.
Aveces es inevitable que nuestro peludo quiera jugar y gaste energía aunque haga calor, por eso, utilizar juguetes refrescantes es de gran ayuda para mantenerlo fresco mientras se divierte, como piscinas, juguetes que expulsan agua, mordedores o huesos que pueden meterse en el congelador para que se enfríen…
Si el golpe de calor ya se hubiera producido, debemos ponerlo a la sombra e ir mojándole el cuello y la cabeza, mientras le mojamos los labios y le invitamos a beber agua.